viernes, 20 de febrero de 2009

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http://tesaros.blogspot.com/ ... algo sobre el Arte en Tapachula un intento para formar un Taller Escuela de Artes y Oficios para el Soconusco se agradecen comentarios y sugerencias

sábado, 14 de febrero de 2009

jade


Investigación realizada sobre el origen, formación y explotación de yacimientos jadeíferos en la cuenca del río Coatán




GEOLOGÍA
LA MAYOR CUENCA JADEÍFERA DE MESOAMÉRICA SE ENCUENTRA EN LAS RIBERAS DEL RIO MOTAGUA QUE CORRE PARALELO A LA FALLA TECTÓNICA DEL MISMO NOMBRE ( FALLA DEL MOTAGUA)

La falla se origina al chocar dos placas tectónicas: La Placa del Caribe y la Placa de Norteamérica, si tomamos en cuenta que sobre la Placa del Caribe inciden tres grandes placas , la Sudamericana , la de Cocos y la de Nazca, notamos que la presión ejercida es mucho mayor en la Falla del Motagua que en otras placas, ésta tremenda presión de millones de toneladas convierte a los silicatos en un mineral llamado Jadeíta, que , junto a las impurezas y mezclas con metales , forman ésta piedra metamórfica de gran valor y belleza.
La Falla del Motagua corre desde el sur de la Isla de Cuba, toca tierra en el Departamento de Izabal, atraviesa Guatemala de Oriente a Poniente y entra al territorio Mexicano al norte del Volcán Tacaná en el Estado de Chiapas, continúa pasando por la Ciudad de Huixtla , corre paralelo a la costa hasta el Itsmo de Tehuantepec y termina frente a las costas de Guerrero.


OROGRAFÍA
Los volcanes activos que hay en Guatemala como el Pacaya y la actividad sísmica se deben al constante choque de dichas placas, que empujan el magma y generan gran presión sobre la corteza terrestre, las cadenas montañosas ( la continuación de la Sierra Madre del Sur y los Montes Cuchumatanes) se han formado por la elevación de la corteza , al mismo tiempo que elevan los depósitos de Jadeíta que se encuentran en los sustratos inferiores, dejando muchas veces filones expuestos de materiales con alto contenido de Jadeíta y otros minerales ígneos y metamórficos, micas, cuarzos, feldespatos, etc.

HISTORIA
El pulido y tallado . Un rasgo distintivo de los olmecas fue su gran aprecio por el jade, que trabajaron con un grado notable de destreza y perfección. A pesar de ser una piedra muy dura y densa, el jade fue labrado y pulido por los olmecas hasta adquirir el brillo de un espejo. El jade preferido por los olmecas, y por todos los pueblos mesoamericanos posteriores, no fue el jade nefrita de los antiguos chinos, sino la jadeíta. La jadeíta, comparada con el jade nefrita, es mucho más dura y con tonos más variados y brillantes que incluyen el verde esmeralda brillante, el amarillo e incluso el morado. Tal vez el jade más apreciado por los olmecas fue el verde esmeralda translúcido, piedra que los aztecas posteriormente llamaron quetzalitzli, término que se refiere tanto a su semejanza en color con las plumas de quetzal como a su transparencia semejante a la de la obsidiana, itzli. También gustaban particularmente de la jadeíta verde mar o azul turquesa, que con frecuencia ahuecaban o labraban hasta obtener puntas y bordes para que fuera aún más transparente. Aunque el debate acerca del origen del jade ha dado lugar a las más diversas especulaciones y discusiones, reconocimientos en campo recientes han mostrado que el origen del material se encuentra en la parte central de la región del valle de Motagua, en el oriente de Guatemala. Hasta donde conocemos, esa región sigue siendo la única fuente de jadeíta en Mesoamérica. continuará...



Tras la llegada del jade de América a Europa, se asociaron a la nefrita propiedades curativas para los cólicos y dolores de espalda o de riñones por lo que recibió el nombre de lapis nephriticus que significa piedra del riñón. Los españoles designan el jade con la expresión "piedras de ijada" y de ahí proviene la palabra inglesa. El término jade en realidad designa dos tipos de piedra diferentes que se parecen mucho: el más común es la nefrita y el más caro la jadeíta.

LA JADEITA Y LA ACTINOLITA

Su naturaleza

Con el nombre de jade, se conocen dos minerales totalmente distintos como son la JADEITA y la ACTINOLITA Al tratarse el jade de un nombre comercial, ocurre que otros muchos materiales de aspecto exterior parecido se ofrecen como tal. Esto ocurre con fluorita, esteatita, serpentina, mármoles, smithsonita, grosularia masiva, californita, cuarzo aventurina y calcedonias. Todas ellas presentan características físicas y ópticas que en cualquier momento pueden diferenciarlas.

La Jadeita

Su naturaleza

Conocida desde 1784, es un piroxeno que contiene aluminio y sodio. Cristaliza en el sistema monoclínico, siendo rarísimos los cristales, presentándose masivo, granular y muy compacto.
Se forma en concentraciones metasomáticas, en rocas ultramáficas serpentinizadas y en rocas matamórficas esquistosas de las fácies.
El color es muy variable, existiendo de casi todos y mezclas de ellos, pero los más comunes son los blancos, amarillos, verdosos o grisáceos. Las variedades principales son:
-Cloromelamina: es una mezcla de jadeita con actimia o de estas dos con diópsido. De color verde fuerte con manchas negras muy brillantes.
-Jade imperial: de origen birmano, de color verde esmeralda debido al cromo, es la máxima calidad del jade, translúcido muy brillante, es un material muy bello y raro alcanzando precios muy elevados. El famoso buda de esmeralda sito en el palacio real de Bangkok (Tailandia) es un magnífico jade imperial.

Sus propiedades

Presenta una dureza de 6,5 a 7 en la escala de Mohs, con una buena exfoliación en dos direcciones a 87º y con una fractura muy difícil, desigual y rugosa. El peso específico es de 3,34, con un punto de fusión bajo formando un glóbulo casi transparente. Es insoluble en ácidos.
El brillo que presenta es vítreo graso, translúcido u opaco. Su naturaleza óptica es anisótropa biáxica con unos índices de refracción y birrefringencia medios y variables.
Mediante el espectro pueden distinguirse los tratamientos que proporcionan un espectro característico. El jade imperial presenta espectro del cromo.

La Actinolita

Su naturaleza

Perteneciente al grupo de los anfíboles, es un silicato de calcio, magnesio y hierro, de color verde más intenso cuando aumenta la presencia de hierro. Cristaliza en el sistema monoclínico en cristales prismáticos y alargados , pero es más frecuente en agregados masivos o fibrosos, apareciendo unido a otro anfibol como es la tremolita, de la misma composición pero sin hierro, y de color blanco o grisáceo. Es común en rocas metamórficas básicas, pudiendo derivar de la alteración de los piroxenos en rocas grábicas y dibásicas. Podemos distinguir las siguientes variedades:
-Esmaragdita: de color verde esmeralda debido a pequeñas cantidades de cromo. Se presenta en agujas cortas.
-Nefrita: es el más común de los jades, de color verde suave, con pequeños puntos o motas de color negro. Es translúcida y se presenta de forma masiva.
-Amianto: de aspecto afieltrado y algonodoso, sin interés gemológico pero si industrial.
-Bisolita: de aspecto muy parecido al amianto
Asociado durante mucho tiempo a la cultura china, en realidad el jade se usaba en la civilización maya de Centroamérica cientos de años antes de que alcanzara un posición real en el Imperio Medio. Los mayas extraían la jadeíta en Guatemala y la transformaban en armas y utensilios.
La adoración de los chinos por el jade empezó en la era Neolítica cuando se utilizaba la nefrita de los Montes Kunlun en ceremonias religiosas, en la agricultura y en la guerra. La “Piedra del Cielo” adquirió tanto prestigio con los emperadores chinos que Confucio llegó a escribir que los hombres debían aspirar a sus cualidades de benevolencia, inteligencia, honradez, humildad, resonancia, lealtad, fe, virtud y verdad.

El jade es más duro que el granito y más difícil de grabar que el acero macizo. Cuando los diamantes se introdujeron por primera vez en China en algún momento entre 1.005 y 221 antes de Cristo, en un principio se les valoró más como instrumentos de grabado del jade que como gemas en sí.
Aunque el jade se ha asociado durante mucho tiempo con la cultura china, no fue hasta l.784 cuando la jadeíta birmana llegó hasta allí y suplantó a la nefrita local como piedra imperial.
Los maoríes de Nueva Zelanda también usaban armas de nefrita. La estructura fibrosa de la nefrita está comprimida muy densamente, lo que convertía esta piedra preciosa en “perfecta machacadora de cráneos”. A pesar de su poca dureza, está considerada como el material gemológico más resistente.

La importancia drase las pied y los minerales en américa radicaba no sólo en los usos que se les daba sino en que en muchos casos se les relacionaba con el Universo.Entre la larga lista de minerales y piedras que los pueblos mesoamericanos utilizaban, sobresale el jade, que es una piedra verden o verdeazul. Era considerada como símbolo de vida y más valorada que el oro. En el México prehispánico, el jade era la piedra en que se concentraban las máximas fuerzas divinas. Es la piedra con vida y la que da vida, porque se identifica con el agua, con la vegetación, con el sol y el sustento.
Ninguna otra sustancia tiene su sacralidad, ninguna otorga una protección más completa.
Entre los mexicas era conocida como Chalchihuite, y sabemos que era más apreciada que el oro. No hay duda, gracias al Cronista de la Conquista, Bernal Díaz del Castillo, acerca del valor que tenía el jade en relación con el oro. Según relata, durante la "Noche triste", Hernán Cortés, después de apartar para sí su parte del tesoro de Moctezuma, distribuyó el sobrante a sus soldados; y muchos cargados de oro se ahogaron en los canales de México Tenochtitlán.
Bernal, en cambio, sabía que en el cimiento de la pirámide de Tlatelolco "echaron oro y plata y piedras de chalchihuites ricas", y cuánto estimaban a éstas los mexicanos. "Yo digo", escribe el cronista,"que nunca tuve codicia del oro sino procurar salvar la vida, porque la teníamos en gran peligro; mas no dejé de apañar de una petaquilla que allí estaban cuatro chalchihuites, que son piedras muy preciadas entre los indios... los cuales me fueron muy buenas para curar mis heridas y comer del valor de ellos".
Hay que enfatizar que el valor del jade no era sólo material. Por su color verdeazul, que es el del agua, el jade era la representación de la diosa del agua, Chalchiuhtlicue, "la que tiene su falda de chalchihuites".